El karma sería una ley que busca el equilibrio de las cosas. Es una ley de causa y efecto.
Sería como un frontón que nos devuelve la misma pelota que lanzamos hacia la pared, una y otra vez, sin parar, pero en este caso, sobre el que ahora tratamos, lo que nos devuelve son las consecuencias de nuestras malas o buenas obras.
Si partimos de una base en que en la vida, el ser humano está para aprender, y el karma no sería un castigo, sino sería mas bien una curación para el alma.
Los yoguis reciben con agrado los malos momentos, ya que estos lo aprovechan para limpiarse interiormente, igualmente los monjes budistas avanzados, piden a sus deidades que se les aumente el karma para superarse interiormente. Y con razón un maestro gnóstico decía que....."hay que sonreír a las adversidades de la vida, esa es la ley". (duras, pero sabias palabras)
Esta ley única se aplica siempre, por eso es importante la postura de quien le toque recibirla, la de amargarse o la de recibir esta enseñanza con conocimiento de causa, y así poder llegar a ser mejor, superándose, aprendiendo de los errores cometidos.
Pero no todo es tan duro en el karma, cuando realizamos buenas obras, esta ley nos devuelve tarde o temprano la consecuencia de nuestra buena acción.
El blog no es de nuestro agrado, ya que el tema no nos pareció...En sí, tiene información bien para leer...Pero no nos gustó el tema.
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